jueves, 1 de marzo de 2012


Según expertos afirman que las artes escénicas deberían formar parte de todas las escuelas del país.

Los niños que practican teatro mejoran su desenvolvimiento social

Según el sondeo realizado a dieciséis niños de la escuela de Artes Escénicas Segundo Joaquín Delgado de la ciudad de Trujillo, indicó que mediante el teatro los niños han dejado de ser tímidos, producto de la exposición constante al público y la interacción con otros chicos de su misma edad.

Ana Rebeka Lemus / ECS

“Me gusta el teatro porque comparto con mis amigos,  me enseña a no tener miedo escénico, por eso en la escuela ya no me da pena exponer” comenta con soltura Manuel Azuaje de diez años de edad quien tiene tres años en teatro.

Los niños de la escuela de artes escénicas Segundo Joaquín Delgado, de seis a doce años de edad que pertenecen a este grupo de teatro infantil han mejorado su desenvolvimiento social desde que forman parte de esta organización cultural.

En un sondeo realizado a los dieciséis niños que participan en esta escuela de artes escénicas, indicó que el 100% respondió que gracias al teatro han dejado de ser tímidos, producto de la exposición constante al público y la interacción con otros niños.

Según el psicosociólogo y profesor del Núcleo Universitario Rafael Rangel (NURR) Eduardo Zuleta, el teatro puede considerarse parte del desarrollo de la inteligencia social.  “El niño no nace tímido, sino hacen que lo sea. Empieza a perder esa timidez cuando comienza interactuar con otros que no son de su propia familia”.


La escuela de Artes Escénicas Segundo Joaquín Delgado se fundó en la ciudad de Trujillo en el año 1975 dependientes de la  dirección de educación y cultura con el nombre de “Talleres de expresión y motivación”, el cual estaba coordinado por los profesores Carlos Acevedo, Federico de Vargas y Ramón Méndez, quien es el Director del plantel educativo en la actualidad.

Las premisas de esta institución están basadas en la orientación educativa, técnicas teóricas y prácticas sobre la expresión y creatividad, con el propósito de que se expresen de forma más clara el mundo interior que llevan consigo los niños, adolescentes y adultos, mediante el mágico instrumento de la imaginación creadora.

Según el profesor de teatro infantil, Hugo Lemus en la escuela de teatro se les enseña a los niños a leer, pronunciar correctamente las palabras,  entonación, respiración diafragmática, expresión corporal, concentración, relajación y  actuación. “Los niños aprenden jugando”.


 


El telón venezolano

Venezuela es un país cargado de manifestaciones culturales de toda índole. En actual proceso revolucionario le ha dado especial énfasis a este ámbito, al punto de crearse el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, en 2005, además de la promulgación en ese mismo año; de la Ley orgánica de la Cultura para el fomento de las artes en el país. Esta ley sentencia:

Artículo 30: “Las instituciones educativas públicas y privadas, con el apoyo y orientación del Sistema Nacional de la Cultura, deberán cumplir con los programas de Educación Estética y Formación para las Artes del hacer, incidiendo en la dimensión práctica y experimental de la música, la pintura, la literatura, la artesanía, la escultura, las artes escénicas, la culinaria y demás actividades susceptibles de coadyuvar al despertar y desarrollo de la creatividad, de acuerdo con la inclinación y vocación personal del educando”

En las escuelas venezolanas se han estado incluyendo en sus programas de educación, el estímulo del área cultural. Según el Currículo Nacional Bolivariano, el subsistema de educación primaria bolivariana espera que dicho estimulo esté presente en todas las instituciones a nivel nacional:

 “…se aspira que niños y niñas desarrollen potencialidades que les permitan, como seres sociales y culturales, promover variadas y auténticas experiencias comunicativas, participativas donde expresen y comprendan mensajes, logrando una comunicación efectiva al expresar sus necesidades, intereses, sentimientos y experiencias en la familia, escuela y comunidad, respetando la diversidad en los códigos lingüísticos, fortaleciendo hábitos efectivos de lectura y afianzando el proceso productivo de la lengua (hablar y escribir), con énfasis en idioma materno (castellano e indígena) y los receptivos (escuchar y leer), partiendo del hecho que el lenguaje está predeterminado por el contexto histórico social y cultural, como vía para ampliar el horizonte cultural e intelectual con el conocimiento del otro”.

“En este sentido y muy especialmente en el teatro, que es la expresión artística que contiene a todas las artes y culturas del ser humano, es de gran importancia para las instituciones educativas, ya que es la base fundamental para que el maestro propicie la motivación e integración de sus alumnos, en función de la necesidad de obtener un mejor rendimiento en el aprendizaje”, afirma Ramón Méndez, director de la escuela de Artes Escénicas Segundo Joaquín Delgado.




El escenario de la vida

El hecho de actuar en teatro no se queda en los escenarios, sino que trasciende a la vida misma. Para el psicosociólogo Eduardo Zuleta la concentración, responsabilidad, disciplina y la organización pueden ser estimuladas a través de la actuación, para ser aplicada en la vida actual y futura de los infantes. “Si en el teatro se maneja como debe ser la histrionía (capacidad para imitar de los humanos) del niño, él va a ser un buen actor en el escenario de la vida y va a madurar su inteligencia social”.

Según Ramón Gil en su tesis titulada “El teatro como estrategia pedagógica para el aprendizaje significativo”, el aprendizaje de los niños debe surgir de experiencias concretas y prácticas además de impactar  la estructura conceptual del estudiante con el objeto de generar conductas verbales y de ejecución en el trabajo grupal, en el cual la actuación sirve como un estimulante”.
“El teatro como estrategia pedagógica para el aprendizaje significativo promoverá las habilidades de los estudiantes en las diferentes materias y/o actividades que realice tanto en la escuela como en su vida diaria, estimulando los procesos de atención y memoria. El teatro puede llegar a fomentar un alto concepto de sí mismo como también el desarrollo motriz, intelectual y socio-afectivas”.

Resultado del teatro

Laudys Valero, madre de dos integrantes de la escuela de artes escénicas Segundo Joaquín Delgado, ha observado el evidente cambio en el desenvolvimiento social y académico de sus hijos Perla y César Colmenares. “A mi hija le ha ayudado muchísimo la actuación, ahora tiene mayor facilidad para expresarse y  compartir con sus compañeros. Anteriormente la lectura le costaba mucho, pero ahora el teatro la ha motivado a leer mejor para poder aprenderse los parlamentos de las obras teatrales. A César le ayudan mucho los ejercicios de vocalización ya que él tiene problemas en la pronunciación. Yo hago el esfuerzo de llevarlos a su clase de teatro porque han mejorado en todos los aspectos de su vida”.

“Juego que estoy actuando con mis hermanos y mis primos, me gusta hacer personajes de payasos y viejitos. Yo les digo a mis amigos que el teatro es muy divertido y que me enseña a hablar mejor” comenta entusiasmado Camilo Araujo de diez años de edad, integrante de la organización cultural.
El profesor de teatro Hugo Lemus afirma que la actuación incide en el desarrollo de sentimientos y emociones los cuales son elementos vitales para una adecuada interacción social. “El teatro es el espejo de la vida misma donde hacemos cosas que en la realidad no podemos hacer sin que nos llamen locos”

El teatro es una manifestación de la actividad humana que permite la expresión y el desenvolvimiento placentero de toda persona; en especial cuando se está en la etapa de educación básica, por lo que se considera fundamental su práctica en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Según la tesis de Ramón Gil “El teatro como estrategia pedagógica para el aprendizaje significativo”

Para el profesor Lemus las escuelas estadales deberían inculcar el teatro en los niños y colocarse a las par con las nacionales, las cuales ya tienen las artes escénicas introducidas en su programa educativo “La actuación es de gran importancia para el desarrollo de cada niño en su vida, para un mejor desempeño con el mundo que lo rodea”.

La actuación no sólo les ayuda a los niños en su desenvolvimiento social actual, sino también en su futuro. En sus vidas de adultos podrán desarrollarse de manera satisfactoria en dimensiones como la afectiva, laboral y académica pudiendo expresar mejor sus sentimientos, tener mejor desempeño en sus funciones como también seguridad en su mismo.

El teatro es esencial para la formación integral, equilibrada y armónica de nuestro ser y un peldaño importante para el desarrollo de nuestro futuro, afirma el psicosociólogo Zuleta.



Despiece:    
       
Perla Colmenares de seis años de edad comenta “el profesor me enseña los movimientos de la cara, respirar y pronunciar bien las palabras”.
Tibayre Terán de diez años afirma “desde que estoy en teatro no me da pena hablar como antes”







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